Disfrazado de una carta de amor, este virus al ser abierto eliminaba todos los archivos de formato JPG (imágenes). Se calcula que generó pérdidas aproximadas de US$5.500 millones. No solo los usuarios cayeron desde sus casas frente a este virus romántico. Se sabe que se llegaron a infectar máquinas de grandes instituciones como el Parlamento Británico y Pentágono de Estados Unidos.